La mastografía o mamografía consiste en una exploración diagnóstica de imagen por rayos X de la glándula mamaria, mediante aparatos denominados mamógrafos, (en dosis de alrededor de 0,7 mSv). Estos aparatos disponen de tubos de emisión de rayos X especialmente adaptados para conseguir la mayor resolución posible en la visualización de las estructuras fibroepiteliales internas de la glándula mamaria.
Origen
Los inicios de la mamografía o mastografía como método radiológico se remontan a 1913 cuándo Alberto Salomón radiografiaba piezas de mastectomía para determinar la extensión del tumor. En 1945 Raúl Leborgne en Uruguay le dio impulso al método y caracterizó las microcalcificaciones. En la década de los años 1960 comenzaron los primeros ensayos randomizados de screening con el estudio del Plan de Seguros de Nueva York, continuados por el de dos condados de Suecia, realizado por Lazlo Tabar, y otros desarrollados en distintos países. Dichos ensayos demostraron que era posible disminuir la mortalidad por cáncer de mama gracias a estos programas.
¿En qué consiste?
Durante la mamografía, una tecnóloga con preparación especial colocará su seno en una plataforma y lo comprimirá gradualmente con una paleta acrílica. Habitualmente se realizan dos tomas en cada glándula mamaria.
Sentirá presión en la mama mientras la paleta de compresión la aprieta. Algunas mujeres con mamas sensibles pueden experimentar incomodidad. Si este es su caso, programe su estudio cuando las mamas son menos sensibles (después del período menstrual).
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La compresión de la mama es necesaria para:
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Disminuir el grosor de la mama y ver todo el tejido.
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Extender el tejido, distinguir cambios leves y que no se oculten lesiones entre el tejido normal.
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Disminuir la cantidad de radiación.
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Fijar la mama para evitar borrosidad producida por el movimiento.
Usted permanecerá inmóvil y se le solicitará que contenga la respiración por unos segundos mientras se toma la radiografía.
Al completar el examen, se le solicitará que espere para que el médico radiólogo realice una revisión inicial del estudio y determine que se hayan obtenido las imágenes necesarias.
El proceso de examen dura aproximadamente 20 minutos.
La mastografía no siempre es suficiente para determinar con certeza la existencia de una enfermedad benigna o maligna. Si existe alguna duda, su radiólogo puede recomendarle estudios adicionales.
Es importante mencionarle que no todos los cánceres de mama pueden verse en una mamografía.
Aplicaciones
La capacidad de identificación de lesiones de mínima dimensión ha preconizado la utilización de la mamografía en revisiones sistemáticas para detectar tumores antes de que puedan ser palpables y clínicamente manifiestos (cribage mamográfico). Este diagnóstico, efectuado en una fase muy precoz de la enfermedad, suele asociarse a un mejor pronóstico de curación, así como a la necesidad de una menor agresividad del tratamiento para el control del cáncer.
En numerosos países la rutina de mamografía de mujeres es recomendada como método de escrutinio para diagnóstico precoz de cáncer de mama. La United States Preventive Services Task Force recomienda mamografías, con o sin examen clínico de mamas, cada 1–2 años en mujeres de 40 o más.1 2 En conjunto con análisis clínicos, se ha hallado una relativa reducción de la mortalidad del cáncer mamario de 20%.3 A partir de 2000 los mamogramas se volvieron controversiales, cuando se publicaron resultados de dos estudios de alta calidad.4
La mamografía, cuando detecta una lesión sospechosa de cáncer, la clasifica dentro de una categoría de BI-RADS (Breast Imaging-Reporting and Data System), las primeras etapas I y II son benignas, la III es probablemente benigna, mientras la IV y V aumenta la probablidad de que sean malignas. En muchas ocasiones la mamografía puede revelar lesiones malignas sin que estas se palpen clínicamente.
Falsos negativos
La mamografía da falso negativo (no hay cáncer) al menos de un 10 %. Esto es parcialmente debido al oscurecimiento por tejidos densos, o muy muy muy densos que ocultan el cáncer, y a que la apariencia del cáncer en mamogramas tiene un gran solapeo con la apariencia de tejidos normales.
Preparación
El mejor momento para realizar la mastografía es una semana después del período menstrual.
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El día del estudio no utilice desodorante, talco, ni loción debajo de los brazos o en las mamas.
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Informe sobre cualquier síntoma o problema en las mamas a la tecnóloga que realiza el examen.
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Proporcione al médico radiólogo las mastografías anteriores, estas son muy importantes para detectar cambios leves que ayudan con el diagnóstico.
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Recoja siempre los resultados de su estudio, y no infiera que son normales porque no la llamaron para este fin.
Referencias
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↑ Screening for Breast Cancer Agency for Healthcare Research and Quality
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↑ Summary of the Evidence Agency for Healthcare Research and Quality.
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↑ Gøtzsche PC, Nielsen M (2006). «Screening for breast cancer with mammography». Cochrane Database Syst Rev (4): pp. CD001877. doi:10.1002/14651858.CD001877.pub2. PMID 17054145.
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↑ Miller AB (2003). «Is mammography screening for breast cancer really not justifiable?». Recent Results Cancer Res. 163: pp. 115–28; discussion 264–6. PMID 12903848
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